El término procrastinación proviene del latín procrastinare, que literalmente significa "dejar para mañana" y se ha definido como la tendencia a aplazar el inicio y/o finalización de actividades que deben hacerse en un plazo de tiempo determinado, generando en la persona cierto malestar subjetivo.
Una de sus ventajas es que ayuda a disminuir el nivel de estrés y ansiedad para retomar el trabajo con más tranquilidad, ojo, si se hace un hábito puede ser un desencadenante de las anteriormente mencionadas (ansiedad y estrés)
En su justa medida puede ayudar a la autoestima y a demostrarnos que somos capaces de sacar el trabajo dedicando menos tiempo.
Pero, por otro lado, esto también tiene sus desventajas al posponer decisiones importantes, la angustia puede traer episodios de tristeza. Sin darnos cuenta podemos llegar a pasar 100 min al día en el celular entre redes y chats y con esto perdemos tiempo en el trabajo, nos perdemos de realizar actividades de entretenimiento y/o productivas, así como horas de sueño.
Así que identifica la razón por la que procrastinas, procura priorizar y gestionar tus tiempos, así como establece una rutina para evitar caer en la procrastinación.